CIUDAD Y DIVERSIDAD. UN DEBATE PERMANENTE

Este texto fue elaborado y presentado como ponencia en el curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide, denominado «Curso de Urbanismo Ventura Galera. Repensar el futuro», celebrado en Carmona los días 12 y 13 de Julio 2021, en la sede de dicha Universidad.

ESQUEMA DE LA INTERVENCIÓN

“Um dos objetivos das Nações Unidas deve ser o de promover a diversidade”.

Antonio Guterres, Nuevo secretario general de las Naciones Unidas

 La riqueza de la ciudad es su diversidad, y su poder radica en el gobierno articulado de esa diversidad.

Concepción clásica de la diversidad

Antecedentes de este texto:[1]

  • Taller Almería 2012. Proyecto Menara
  • Blog Ciudad y Diversidad (https://ciudadydiversidad.wordpress.com/)
  • Libro Diversidad, sociedad y ciudad / Materiales para una teoría social de la diversidad. Ed. Tres Culturas. Sevilla. 2018.

Diversidad: concepto que, en los últimos quince o veinte años, responde a una nueva visión de la sociedad y la ciudad, referida a los procesos de creación de complejidad y de cambio social y de transformación urbana.[2]Jesús Ibáñez ya indicó que lo complejo se reconoce por la diversidad de sus rasgos.

En la base social del concepto actual, que es dinámico, está la existencia y el desarrollo de diferentes grupos con necesidades colectivas específicas de tipo social, económico, cultural, urbanístico (de ciudad) …, para cuya satisfacción se movilizan y organizan, en el marco de los atributos de clase, culturales y de orientación de género, entre otros. Al hacerlo, generan procesos de cambio sociales, funcionales y urbanos, con frecuencia de gran calado. De la necesidad de cambiar cosas a la oportunidad de cambios profundos sociales y urbanos, podría decirse. Diversidad, entendida, por tanto, como la existencia de un amplio conjunto de necesidades, intereses, aspiraciones… de esos colectivos sociales, que ponen en marcha respuestas concretas a sus circunstancias. Estos colectivos han aparecido o existiendo ya, han incrementado sus efectivos, han tomado conciencia de su situación y han comenzado a organizarse y expresarse: mujeres, inmigrantes, jóvenes, jubilados, parados, trabajadores precarios, urbanitas militantes, gentes del mundo del arte y de la cultura, ecologistas, grupos religiosos… más otros con intereses objetivos delegados, como niños, ancianos, impedidos… El conocimiento de la diversidad ayuda a reforzar la democracia, mediante la incorporación a nuestro pensamiento, a nuestro conocimiento, de otros hechos y otras visiones de la realidad, de acuerdo con el pensamiento de Boaventura Santos.[3]

Para conocer la diversidad en un ámbito físico concreto, área, sector o barrio, deben analizarse las necesidades físicas o funcionales que se manifiestan, abordándolas desde el ámbito del planeamiento, para la intervención en la ciudad, o de las políticas sectoriales. En resumen, hay que reflexionar sobre la diversidad de colectivos sociales + la diversidad de sus intereses +la diversidad de sus acciones, todo ello en ámbitos concretos.

Hoy tal vez sea más hablar de diversidades que de diversidad. La diversidad es un buen indicador de cambio social y urbano. Hay que encontrar respuesta a en qué consiste, a quiénes afecta, cómo evoluciona, cuál es su dinámica, cuáles son las transformaciones que provoca… El concepto debería infiltrar el pensamiento político relativo al hecho social y urbano, rechazando la ortodoxia antigua o unicidad en la forma de enfocar y analizar éste.

Hay ciudades que, aunque tengan una clara presencia de diversidad, pueden no obstante estar intentando cambiar, negando su diversidad siguiendo la lógica del sistema, en el marco de las leyes que las han creado o las pretenden regular. Incluso ignorando los conflictos que generen esos cambios. Para detectar y comprender esos nuevos procesos, debemos cambiar por completo la perspectiva. La introducción de la diversidad es un cambio sustancial en la perspectiva. Desde esa nueva perspectiva, la consideración de la ciudad como escenario es pobre. La de elemento en relación dialéctica con la sociedad es insuficiente. Habría que profundizar más en la consideración de objeto, que cambia y evoluciona según las leyes de la diversidad, para alcanzar a comprender cómo se puede influir en ese proceso y aproximar la gestión de la ciudad a las necesidades de la sociedad con la que se relaciona. Probablemente habría que hablar de visión holística.

No es inusual que la diversidad a la que nos referimos y que es semilla de cambio, se origine en “territorios fronterizos”, social, funcional o físicamente, y que de ahí pase a influir en el cambio social y urbano más general. Hay que advertir que la diversidad y los procesos de cambio inherentes, pueden producirse con presencia de algún grado de conflicto, que puede así resultar un indicador de esa diversidad y de esos procesos de cambio.[4]

La visión de un hecho urbano desde la diversidad, facilita la comprensión del mismo. Pese a ello, sigue siendo un error frecuente usar métodos muy tradicionales para analizar ciudades que, tal vez, ya no existan. Llegando a conclusiones y tomando decisiones obsoletas para ciudades que cambian a buen ritmo.

Ya hemos indicado que cuando usamos el concepto de diversidad nos estamos refiriendo, entre otros hechos, a la existencia de diversos colectivos organizados. Como, por ejemplo:

-grupos de orientación de género

-jóvenes

-trabajadores

-empresarios

-inmigrantes

-parados de larga duración

-profesionales servicios públicos

-ancianos, niños…

-personas disminuidas, permanente o temporalmente

-grupos religiosos

Y a sus dinámicas, a las movilizaciones que generan para enfrentar la resolución de sus necesidades. Y los procesos de cambio resultantes. Sin esta última consideración el concepto de diversidad quedaría corto. No nos serviría para comprender lo que queremos conocer.

Método para estudiar la diversidad en un ámbito concreto

Lo fundamental es que en cada ámbito concreto se identifiquen aquellos grupos que tengan conciencia de sí mismos y se estén movilizando por definir y conseguir sus objetivos, vinculados a sus necesidades sentidas. Así nos aproximaremos al conocimiento de los procesos de cambio social (visión dinámica) y de transformación urbana, presentes o potenciales (futuros), que es la dimensión territorial de la diversidad. Ya hemos indicado que diversidad y cambio son conceptos asociados. Aproximación al conocimiento a través del estudio de los procesos de cambio físico y funcional.[5]

¿Cómo afrontar metodológicamente el conocimiento de esa diversidad en un territorio concreto? En el campo de las ciencias sociales (antropología, sociología, sicología social…) hay numerosas técnicas que permiten detectar esta heterogeneidad de grupos, intereses y acciones, base de los cambios que se producen. Recordemos el procedimiento de encuesta, las reuniones de grupos, la observación en campo, los análisis documentales… Pueden y deben ser completadas con otras técnicas más propias de la geografía, la arquitectura o el urbanismo, como levantamiento de planos, análisis de cartografía histórica, estructura de usos del sector, análisis del patrimonio edificado, de la estructura de la propiedad, mapas funcionales y de transformaciones… Para los aspectos más sociales, recomiendo muy vivamente el método de la acción-participación que se usa por lo general para las fases de formalización de intereses y búsqueda de acuerdos. A la vista de las primeras indagaciones, debería dedicarse un esfuerzo a la construcción del método de análisis y al diseño de técnicas concretas. La tentación de aplicar, sin más, “técnicas universales” debe ser superada, valorando si permiten aproximarse al conocimiento de la diversidad en el sector concreto. Definir el ámbito es un asunto muy importante que se suele lograr mediante aproximaciones sucesivas.

Tampoco está de más hacer un buen “mapa” de las Administraciones y sus acciones, pasadas, en curso y previsibles.

En algunos casos puede haber presencia de nuevos empresarios, vinculados, por ejemplo, al turismo, que aprovechan los valores patrimoniales históricos y culturales (en sentido amplio) existentes en el área, el Centro Histórico o el sector que sea. Puestos a imaginar, puede haber grupos que, ante la pérdida de valores del patrimonio del sector, se organicen por defender la recuperación del patrimonio de valor. Con objetivos de que se intervenga en los deteriorados edificios históricos, o en restos históricos, o en el espacio público… Y hayan emprendido acciones en su defensa o lo vayan a hacer. Suelen estar presentes en la Universidad, en la Admón. Pública, en el sector de los profesionales libres y entre los artistas e intelectuales o en cualquier grupo social., pero también entre los propios vecinos, naturalmente. Y es frecuente que tengan creado algún tipo de asociación en defensa del Patrimonio. Desarrollan una actividad cultural de difusión, fomento y de protesta más o menos intensa. Constituyen fuentes de información de utilidad.

En cualquier caso, habría que establecer el grado y calidad de la diversidad y las transformaciones que la acompañan, para poder hacer recomendaciones de intervención coherentes.

Un aspecto importante es que la diversidad debe ser referida a poblaciones concretas, a acciones concretas en ámbitos concretos. Es probable que descubramos así conflictos latentes o manifiestos, pero también puntos de encuentro, a partir de los cuales diseñar instrumentos de intervención urbana que respondan a la lógica de la “Gestión de la diversidad”: Trabajar con los diversos, diseñar con ellos y ayudar a resolver los conflictos mediante negociación entre las partes.

En nuestro país hay casos clásicos de estudio de sectores con diversidad, vinculados entonces a poblaciones inmigradas o marginales. Así, son casos clásicos: Macarena, en Sevilla[6], Lavapiés, en Madrid[7], El Puche y las Doscientas en Almería.[8]

Hoy, es frecuente utilizar el concepto de diversidad con muchos y variados objetivos, habiendo sufrido una auténtica inflación. Se detecta el uso ya por casi cualquier institución pública o privada. Incluso para hacer negocio.

 Resumiendo lo dicho al respecto, habría que recordar: la necesidad de identificar el ámbito y definir (construir) en el mismo, el concepto de diversidad, los actores concetos, para poder diseñar la gestión de esa diversidad, como luego veremos. Para ello, es de utilidad el uso de las variables fundamentales de reconocimiento social y urbano: población, ocupación, modos de habitar, espacio público, equipamiento…pero siempre desde una perspectiva dinámica, de cambio, los procesos de transformación de los elementos urbanos y de la actividad. Subrayando siempre, los conflictos en presencia. Es muy conveniente incluir, en el análisis de la diversidad que se trata de identificar, los aspectos territoriales. Así se comprenden mejor los procesos de transformación y se pueden diseñar soluciones para intervenir. Se insiste en la escala de barrio o sector o, incluso de ciudad no muy grande, para analizar el tema. A nivel país, el componente soberanía interfiere en la concepción de la diversidad, haciéndola menos aprehensible.

Hay varios autores “muy clásicos” que se refieren a la diversidad como asunto de capital importancia en la ciudad. Así:

L. Wirth en su artículo, universalmente conocido, El Urbanismo como modo de vida[9], ya indicó que la diversidad era la esencia de la ciudad moderna. Y la tendencia además era a su crecimiento.

Jane JacobsenMuerte y vida de las grandes ciudades expresó una visión de la diversidad social, técnica, económica, funcional y urbanística, como motor del del cambio social y urbano y, en suma, de la evolución de la ciudad, Apostó precisamente por la ciudad densa y compleja. Su idea sobre la diversidad como motor de la evolución urbana, evidencia la permanencia de su pensamiento, como muestra este mismo texto que desarrollamos[10].

La trampa de la diversidad.

Existen algunos autores que consideran que la importancia concedida a la diversidad en el análisis social y urbano, es una trampa epistemológica y política. Tales son los casos de Daniel Bernabé[11], en nuestro país y de Boris Vormann[12], en Alemania: Critican la visión de la diversidad como una nueva ortodoxia basada en la ideología de la planificación y las políticas urbanas. Se reconoce la existencia de la diversidad, pero que disfraza un proceso de individualización de las necesidades, controlable desde el mercado capitalista. Según estos autores, la visión de la diversidad, tal y como circula, supone la negación del concepto de clases sociales y sus necesidades y la sustitución por necesidades individualizadas, definidas y manejadas desde el sistema dominante. La individualización como manifestación creciente de la diversidad. No se trata de unir a los diversos, sino de exagerar las diferencias. Indican que en realidad se apuesta por la resolución de las necesidades de forma competitiva, atomizada, no colaborativa o cooperativa. Y que esta forma de hacerlo, es una estrategia del sistema para resolver en el marco del mercado cualquier necesidad (individual). Se apunta así al mercado como motor del cambio e instrumento de control por el sistema. La consecuencia es una mayor desigualdad y segregación. La diversidad, para estos autores, es como la nueva ortodoxia de la planificación, opuesta al antiguo ideal de la planificación moderna de arriba abajo, integradora. El mismo régimen de mercado produce crecientes desigualdades espaciales. La pretensión de proclamar ciudades más diversas y sostenibles equivale a disimular la realidad de ciudades cada vez más desiguales y segregadas. La diversidad tal y como se “predica” ahora es la base de la planificación postmoderna o la anti-planificación.

La gestión de las necesidades colectivas conduce a la gestión de la diversidad. Por el contrario, la gestión de las necesidades individuales no es sino la satisfacción de las mismas en el mercado, reforzándolo y asegurando su predominio (ahí está trampa). Se niega la clase social, se apuesta por el grupo y sobre todo por el individuo.

Según estos autores, serían personajes representativos, impulsores de este retroceso, M. Tatcher, Ronald Reagan, y en nuestro país J.M. Aznar… Con su acción, contribuyeron a romper el pacto post Segunda Guerra Mundial: mercado intervenido, presencia del Estado en sectores estratégicos, sistema impositivo que aseguraba la redistribución de la riqueza, planificación urbana… y empujaron por sustituirlo por posiciones más liberales, dotando al mercado, al juego de oferta y demanda, del poder de enfrentar las necesidades colectivas y resolverlas por la vía individual, utilizando como recurso propagandístico la defensa exacerbada de la libertad.

Podría decirse que se ha pasado de la acción colectiva al individualismo, de lo material a lo simbólico. De lo productivo a lo financiero Del predominio de las necesidades de la clase trabajadora a las aspiraciones confusas de la clase media. Del No a la redistribución (material) al Sí a la representación (simbolismo). El 15 M: un fondo de conflicto de redistribución y una forma de conflicto de representación.

En ese marco habría que señalar algunos hechos, como el uso de la diversidad para fomentar el individualismo. El empleo de Internet para difundir ideas hegemónicas (Ideología). Desde el punto de vista urbano, hay cambios en la visión y en las aspiraciones en los modelos de ciudad. De la ciudad compacta a la ciudad dispersa, individualizada. De las políticas de redistribución a las políticas de reconocimiento de las diferencias.

Para combatir esta desviación hay que referir siempre la diversidad a cuestiones de índole material, entre ellas la ciudad.

La defensa de la diversidad colectiva, debe tener un pie en las necesidades materiales, lo que implica también tener una posición en lo urbanístico.

Resumen: esta línea de pensamiento encierra consideraciones de peso, pero no da respuesta, en el momento actual, a cómo afrontar una diversidad de tipo colectivo que además es creciente.

La gestión de la diversidad

Este concepto es de capital importancia en el esquema teórico de la diversidad que desarrollamos y es clave para orientar el cambio social. Puede ser definida como la estrategia que contiene un conjunto de instrumentos para gobernar, de forma articulada e integrada, una realidad que manifiesta intereses y prácticas diferentes, es decir una realidad diversa, con predominio de lo material. Estudiar la diversidad en un ámbito concreto ayuda a definir las líneas que deben orientar la gestión de la diversidad en ese ámbito. Gestionar la necesidad es gobernar el cambio con criterios de respeto a las necesidades colectivas. Debería ser definida desde la corresponsabilidad (nuevo concepto de participación), y consistir en un conjunto de medidas articuladas, transversales, aplicables a las manifestaciones de la diversidad en un ámbito concreto. La Gestión de la diversidad es la estrategia que hay que construir sobre la base de la participación/corresponsabilidad, la resiliencia y la sostenibilidad. La gestión de la diversidad o es democrática o es imposición destinada al fracaso (la Historia está llena de ejemplos) y debe significar la introducción de un principio de orden sobre los procesos de manifestación de la diversidad. Comparar los procesos de cambio con las necesidades de la diversidad, ayuda a definir el modelo de gestión democrática de la diversidad en un ámbito concreto. Por otra parte, esa gestión de la diversidad debe implicar un grado serio de acción-participación de la población y no sólo de las instituciones o grupos más poderosos. Hay que tener en cuenta que vincular exclusivamente la diversidad a los asuntos de índole cultural es restringir el concepto, no utilizando algunas de sus dimensiones. El concepto es tan valioso que es posible repensarlo ampliando su ámbito de referencia. El proceso debe partir del análisis de acciones, intereses y expectativas, para diseñar, con predominio de lo material, una estrategia que integre lo fundamental de las expectativas y permita elaborar respuestas de acuerdo con esas condiciones, en el marco de un “bien común” redefinido.

Para aplicar el concepto a un sector urbano de la ciudad hay que estudiar la relación entre formas de habitar y estructura urbana/hábitat, siempre en el marco de ámbitos muy concretos, tipo barrio o ciudad no muy grande. Y hacerlo con la técnica de analizar las transformaciones que se están produciendo y concluir con algunas propuestas de intervención concretas. Conocida la diversidad y sus requerimientos, la técnica de encontrar soluciones y aplicarlas (gestionar la diversidad) se hace más clara, aunque no inmediata. La definición de la gestión de la diversidad en un ámbito urbano concreto, consiste en definir una estrategia para introducir dinámicas recuperadoras o de nuevo rumbo en ese ámbito, que ofrezca respuestas no estereotipadas y sí ajustadas a las necesidades del sector: población, marco físico, funcionalidad, economía, patrimonio, dimensión cultural… Es en el ámbito local donde mejor se resuelve la gestión de la diversidad.

Por tanto, la dimensión política del asunto de la diversidad se pone en evidencia al formular la gestión de esa diversidad. La diversidad bien gestionada contribuirá a crear hábitats más humanos. También creo que hay que incorporar ya a la ciudad el “patrimonio de valor”.

Ejemplos de “ciudades diversas” (y por su gestión de la diversidad):

Barcelona, Londres, Copenhague, Berlín, Estambul, Toronto (la diversidad es nuestra fuerza), Hong Kong, Bangalore… Comentarios sobre ellas.

El caso de Estambul, marco de diversidades.

Tensiones muy diversas, medio físico, actividades, culturas, arquitectura, Historia…indicadores de diversidad consolidada.

En Estambul tenemos barrios que parecen sacados de cualquier gran ciudad europea, por su forma, sus edificios y su funcionalidad. Pongamos como ejemplo el polo Taksim/Istiqlal, ejemplo de modernidad con solera, y en el otro extremo coloquemos el barrio de Fatih o el de Eyüp, muestras de una forma de vida más tradicional ¿Qué decir de la arquitectura? Los ejemplos de arquitectura internacional más recientes coexisten con otros, pervivencias propias de la arquitectura en madera, de los que habla Orhan Pamuk, tan genuinamente otomana. Basta darse una vuelta por las orillas del Bósforo para comprobarlo. Si nos fijamos en el ámbito de la arquitectura más monumental, el arco temporal y estilístico se amplía a miles de años y a numerosos estilos históricos presentes en esta más que milenaria ciudad. Se añade así este baño de modernidad a los elementos heredados del pasado más otomano, aportando diversidad.

La tensión entre “religiosidad” y laicismo, que experimentó un fuerte impulso con la creación de la República, inspirada en las tesis kemalistas, parece ahora oscilar, por lo que se ve en el campo del enfoque de género, hacia posiciones más tradicionales, que debemos vigilar, para que no empobrezca y conflictualice esta construcción colectiva social y urbana tan valiosa.

El propio impulso nacionalista, laico, igualitario, turco, frente a lo árabe musulmán y lo griego, del “pensamiento Mustafá Kemal Atatürk”, que no siempre fue enriquecedor y que cometió excesos destructores, ha dejado una imborrable huella, visible por doquier, en la sociedad estambulí.

Hoy la tendencia a la globalización, ayudada por el creciente turismo y la cultura de las clases más pudientes, parece introducir en este crisol, aportar al acervo, otro elemento novedoso de complejidad.

Incluso, como no podía ser de otra forma, los contingentes de población inmigrantes que llegan a la ciudad desde el Kurdistán, la península indostánica o desde África, también vienen a enriquecer la base demográfica de la ciudad. Tal vez la mayoría pretendan dar el salto a la Europa comunitaria, pero mientras forman parte de la sociedad local. Muchos se quedarán.

Sería perceptible, esto es una consideración muy personal, una tensión crítica entre ese espíritu de sociedad decadente, perpleja, entristecida, algo retraída, que nos transmite Buket Uzuner en su magnífica obra” Gentes de Estambul” y el dinamismo actual, inmobiliario, comercial, financiero, artístico e intelectual. Se añade así este baño de modernidad a los elementos heredados del pasado más otomano, aportando diversidad. Incluso con el detectable “orgullo de ser turco”. Esta tensión, que insisto corresponde a una visión muy personal, incrementa la complejidad de la ciudad, donde por otra parte, la sociedad parece estar preparando bien los temas para el inevitable examen de acceso a la Unión Europea (.actual retroceso)

En suma, que merece la pena efectuar el análisis de la ciudad desde esta perspectiva de la diversidad, para intuir la riqueza, a todos los niveles, de esta gran urbe. Estambul bien vale una visita detenida.

El caso de Toronto[13]

“La diversidad es nuestra fuerza” lema de la diversidad de una ciudad tan reciente. Medidas dirigidas a gestionar la diversidad:

Trabajan mucho la participación en organismos creados ad-hoc para facilitar el acceso y la intervención en equipamientos existentes.

Estudian los barrios y crean zonas de mejora.

En otros casos practican una forma de planeamiento, no segregativo, que impulsa una combinación de usos comerciales, residenciales, promotores de la interacción social.

El caso de Kensington Market, clásico ejemplo de zona transformada, como residencia, lugar de ocio y trabajo de artistas, turistas, restaurantes, tiendas de desavío, panaderías…comercio de escala barrio muy variado (área 1 km2).

Intervención en fachadas de edificios grandes con grafitis para crear sentimiento de comunidad.

Comentarios sobre otras ciudades si hay tiempo…

Nueva concepción actual de la diversidad: La Hiperdiversidad

Se trata de una nueva y reciente formulación de la diversidad que se está produciendo en ámbitos europeos, sobre todo.

Según esta visión, habría que expresar que las ciudades no son ya marco de la diversidad sino de la Hiperdiversidad. La nueva concepción va más allá del fenómeno como expresión de los aspectos socioeconómicos o etno-culturales, podríamos decir de clase, para incorporar otros factores: relaciones, negocios, estilos de vida, nuevas actividades… y también una visión y gestión internacional del fenómeno. Al concepto clásico se incorporan los estilos de vida (no vinculados mecánicamente a las actividades como en tiempos pasados), las actitudes y las actividades (cada vez más cambiantes) de los individuos y las poblaciones. La escala local, aun siendo prioritaria, tiene ahora un componente de conexión internacional.

La diversidad, tendencia urbana en crecimiento, es vista como un activo que puede ayudar a atraer inversiones de fuera (país o internacionales). Por tanto, el apoyo a la diversidad, su reconocimiento y su gestión es definido como método para mejorar la competitividad de las ciudades e incluso (más dudoso) como instrumento para enfrentar la opresión.

Se reconocen actividades cada vez más complejas, muy fluidas, que evolucionan. Se crean redes mixtas de ciudades (con Administraciones y Universidades) que reconocen y trabajan sobre el hecho de la hiperdiversidad. Las así denominadas DIVERCITIES[14] [15] son redes que se muestran muy activas en la transmisión de aspectos de la diversidad y de contraste de ejemplos de gestión de diversidades entre los componentes de la red. La dimensión territorial adquiere aquí una importante función y la política urbana propuesta y contrastada entre los miembros de la red, deviene un instrumento básico de la gestión de la diversidad. La reforma de los procedimientos administrativos, señalada como un instrumento para facilitar el desarrollo de la diversidad, sobre todo, insisto, en su dimensión de elemento de atracción de inversiones, es también un objetivo del trabajo conjunto de las DIVERCITIES.

Se subrayan, además, tres dimensiones de la diversidad, que acentúan o van más allá de la definición más clásica:

  • Se insiste en el carácter multilateral del hecho, más allá de las diferencias étnicas y socioculturales.
  • La complejidad de las interacciones, con una definición muy amplia de las mismas.
  • El espacio de acción de las redes, más allá del espacio donde tradicionalmente se centraba el estudio, es decir, el sector o barrio, alcanza ahora un nivel internacional. Se reconoce así el carácter casi universal del fenómeno.

La clave del asunto es la relación entre la diversidad, en todas sus dimensiones, especialmente la organizativas y las políticas urbanas.

En esta concepción amplia, la planificación o gestión de la diversidad es vista como el esfuerzo por desenredar los diferentes tipos de diversidades para seleccionar la diversidad justa, que se concibe como un derecho universal y un activo de la ciudad. Es fundamental promover diversidades más justas y conseguir ciudades más equitativas y atractivas, con pretendidos efectos positivos sobre la cohesión social y para ayudar a eliminar las caras de la opresión: la explotación, la marginación, la falta de poder y la dominación cultural y con ello crear una cara atractiva (para la inversión) de la ciudad.

Se mantiene el ámbito prioritario de diversidad barrial, sobre todo. Se señala la importancia del refuerzo de concepto de encuentro en sentido genérico: espacio público, sitios de reunión e intercambio especializados.

La gestión de la diversidad es concebida como la práctica política para “poner orden” en ese fenómeno y ofrecer ciudades atractivas para la inversión, la innovación y el desarrollo económico, persiguiendo las ideas de las ciudades creativas[16]. La tolerancia, el talento y el impulso tecnológico se asocian para conseguir ciudades atractivas. Se reconoce la gestión de la diversidad dirigida a lo cultural por ser un instrumento de ayuda a la convivencia y el entendimiento entre los grupos de la diversidad. Por cierto, al respecto del Patrimonio, éste, valorado, protegido y gestionado, ha sido identificado como elemento que hace más atractivas a las ciudades.

En este marco, los planes de urbanismo deben ser cuidadosos con sus determinaciones, pues podrían contribuir a expulsar poblaciones y empresas de las áreas de diversidad, interferir negativamente procesos de cambio en marcha.

Los estudios sobre ciudades hiperdiversas son financiados por la UE y dirigidos por Universidades Centroeuropeas que crean redes de ciudades. Hay una muy conocida dirigida por la Universidad de Utrecht.

Ciudades inclusivas

Esta es una nueva formulación en el concepto de diversidad de ámbito urbano, muy inclusiva, auspiciada por la ONU.

Primero surgió, en 2016 la Nueva Agenda Urbana (ONU) con planificación a 20 años vista y con acciones dirigidas a promover la accesibilidad, la inclusión, la interacción… después, en 2019, surgió la Agenda 20/30/ONU, con objetivos como erradicar la pobreza extrema, acabar con el hambre, combatir la desigualdad y el cambio climático…Admitir la diversidad sin discriminación

Definición de ciudades inclusivas

Según Cities For All, (Conferencia Habitat III, Quito, 2016) una ciudad inclusiva y accesible es un lugar donde todas las personas, independientemente de sus medios económicos, género, etnia, discapacidad, edad, identidad sexual, estado migratorio o religión, están habilitadas y capacitadas para participar plenamente en las oportunidades sociales, económicas, culturales y políticas que las ciudades tienen para ofrecer. En el inicio estaba dirigido a asegurar la accesibilidad física a personas con dificultades motoras y a ancianos, pero se amplió a otras muchas formas de accesibilidad y se hizo efectiva a ciudadanos de cualquier condición.

En la evolución y ampliación del concepto han jugado un papel importante ideas como el Diseño Universal, aplicable a cualquier elemento urbano o su entorno. Su objetivo es conseguir que todas las personas puedan utilizar o disfrutar (ese objeto o entorno), de forma autónoma, independientemente de sus capacidades físicas, sensoriales y cognitivas. En su inicio no fue así, pues tenía un componente fundamentalmente físico, de barrera.

El diseño universal y la accesibilidad amparan el cumplimiento de los derechos humanos y la protección de las libertades fundamentales de todas las personas, con independencia de su edad y de si sufren o no algún tipo de discapacidad, y en general para el disfrute de todos los ciudadanos.

Luego, el desarrollo lleva, no sólo al acceso físico, también al acceso a la información y la comunicación. Accesibilidad también en términos económicos y sociales.

«La Agenda 2030 incluye como un objetivo de desarrollo sostenible, lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Un objetivo que está escrito en la agenda, es la accesibilidad de las ciudades y los asentamientos humanos, de forma integral, no tan solo respecto al espacio físico y a los medios de transporte, sino también a la información, las comunicaciones, la tecnología, los procedimientos, los productos y los servicios.

El Pacto Mundial Ciudades Inclusivas y Accesibles, surgido en el Congreso de Durban 2019, da indicaciones para la planificación urbanística que articule y ayude a integrar los más variados elementos de la ciudad.

Principios del Pacto:

  • No discriminación de ningún orden.
  • Participación en la adopción de medidas.
  • Accesibilidad de todo tipo.
  • Políticas y programas urbanos inclusivos.
  • Fomento de las capacidades.
  • Generación y uso de datos para el desarrollo.
  • Formación en los contenidos de las ciudades accesibles.
  • Liderazgo de gobiernos locales.
  • Presupuestos inclusivos y participativos con mecanismos de financiación dirigidos a implementar políticas y estrategias de desarrollo urbano sostenible.
  • Iniciativas para reducir estigmas y actitudes negativas contra poblaciones vulnerables.

Después del 2019, parece que no ha habido más reuniones por razones obvias, pero presumiblemente se reanudarán.

Este tipo de visiones y las reuniones y discusiones que se crean en su tratamiento, pueden considerarse como acciones que crean referentes a nivel mundial que tal vez ayuden a orientar las estrategias de gestión de la diversidad.

El post COVID

¿Cuál será el enfoque después del presente cataclismo? Ya hay debate sobre el asunto.

No lo sabemos, pero algunas cosas parecen moverse. Por ejemplo, el debate entre ciudades densas versus ciudades de urbanización dispersa. Y es que el espacio libre es aparentemente más seguro que el espacio cerrado. Una idea fundamental es que debemos descubrir y reaprovechar la diversidad de nuestras ciudades para conseguir más y mejores espacios públicos de todo tipo, uno de los mejores valladares contra las pandemias que hemos tenido en el pasado, en el presente y tal vez de las que quedan por venir.

Otras ideas sobre las que se debate:

  • Necesidad de una mejor coordinación entre actores públicos en cada territorio.
  • Acentuar la participación (corresponsabilidad).
  • Diseño y gestión a nivel metropolitano (Cumbre Hábitat III Quito 2016).
  • Repensar los modelos de transporte y comunicación. Apuesta por formas blandas. Disminuir la necesidad de desplazamiento.
  • El concepto del Área de 1 Kilómetro o la ciudad de los 15 minutos. En esa distancia: habitar, trabajar, aprovisionarse, cuidarse, aprender, descansar. Ergo reforzar la vida de barrio: espacios públicos, supermanzanas, equilibrar barrios…
  • Mayor presencia de la tecnología en nuestra vida: comunicación, teletrabajo, telemedicina, teleeducación, empleo, ventas… (ojo a la sociedad del hipercontrol).
  • En la inevitable Globalización, necesidad de gestión más colaborativa.

Hay que sacar conclusiones de esta crisis sanitaria y prepararnos para la previsible crisis ambiental vinculada al cambio climático que nos llegará tarde o temprano. Parece más sensato iniciar e impulsar los debates para volver a la planificación urbana y territorial, hoy prácticamente abandonada, y apuntar más por corregir las brechas, trabajar con la diversidad, aprender a gestionarla, que obsesionarnos por prosperar a gran ritmo.

Hay que procurar obtener y entregar todo el provecho posible a las ciudades existentes para prepararnos así ante la próxima “pandemia” que será favorecida, casi seguro, por razones de orden ambiental (cambio climático). Mejorar el espacio público, el transporte y la comunicación… La actitud de los residentes durante la pandemia debería ser una pista a seguir y estudiar los resultados (CIS). Norma general: aprovechar la diversidad de la ciudad y planificar sobre esa base… Reconocer la diversidad y recuperarla, utilizarla. O, dicho de otra forma, identificar la diversidad de la ciudad que habitamos y aprovecharnos de la misma, para rediseñar y para intervenir en la ciudad con criterios de gestión de la diversidad existente. Gestión que sea inclusiva, trasversal, articulada en sus objetivos e instrumentos, coparticipada en sus objetivos y políticas.

Bibliografía

Además de la bibliografía de carácter concreto que se señala a continuación, hay algunas obras que han inspirado este texto. Entre ellas señalaríamos, además de las ya mencionadas de L. Wirth y Jane Jacobs, dos artículos esclarecedores de la “filosofía” del pensamiento aquí expresado. Son dos obras del conocido sociólogo español Tomas R. Villasante, relativas a la forma de abordar el conocimiento de los problemas sociales y urbanos y a la forma de encarar la resolución, en el marco de la corresponsabilidad. Se trata de:

-Tomás Rodríguez Villasante. De la “línea correcta” a la “línea abisal”, y a las estrategias “no lineales”. En Rev. El Viejo Topo Número 401, junio 2021

-Tomás Rodríguez Villasante. Democracias, “egos” y entusiasmos. Algunas experiencias sobre confluencias, con cuidados, mediaciones y democracias participativas. En Rev. Rebelión, junio 2019

Además, indicamos, con carácter más general:

-Luis Glez. Tamarit. Diversidad, sociedad y ciudad / Materiales para una teoría social de la diversidad. Ed. Tres Culturas. Sevilla. 2018

-Boaventura Santos. Bruno Sein. La diversidad de las luchas por la dignidad. Akal. 2019

Luis Glez. Tamarit. Las fronteras del cambio. En Rev. La ciudad viva. 2009

Víctor Fernández Salinas, José Torres, Ventura Galera et alt. Diagnóstico sobre el asentamiento de población inmigrante extranjera en el Distrito Macarena de Sevilla. Proyecto Sobre Capital y Territorio II, programa UNIA arteypensamiento. Sevilla. 2008

Fernando Roch Peña. Lavapiés. Imagen, diagnóstico y propuesta. Ed. UPM. Madrid. 2013

-Juan Carlos Checa, Ángeles Arjona. Inmigrados al límite: los barrios del Puche y las Doscientas Viviendas (Almería). Consejería de Gobernación. Junta de Andalucía. Sevilla. 2008

-Louis Wirth. El Urbanismo como modo de vida. Numerosas ediciones. http://www.bifurcaciones.cl/2005/03/louis-wirth-urbanismo

Jane Jacobs. Muerte y vida de las grandes ciudades. Ed. Capitán Swing Libros. 2011. 1ª edición en inglés 1961

Daniel Bernabé. La trampa de la diversidad: Cómo el neoliberalismo fragmentó la identidad de la clase trabajadora. Ed. Akal. 2018

-Boris Vormann. Urban Diversity: Disentangling the Cultural from the Economic Case. Ed. John-F.-Kennedy Institute for North American Studies, Berlin. 2015

La ciudad de Toronto, caso de estudio de ciudad inclusiva. http://citiesofmigration.ca/wp-content/uploads/2018/07/Building-Inclusive-Cities-Toronto-Case-Study_Final-Digital-Version-V2.pdf

Governing Urban Diversity: Creating Social Cohesion, Social Mobility and Economic Performance in Today’s Hyperdiversified Cities. – DIVERCITIES. Universidad de Utrecht. Países Bajos. 2017

Towards Hyper-Diversified European Cities: A Critical Literature Review. https://www.researchgate.net/publication/264001370

-R. Florida. La clase creativa: La transformación de la cultura, el trabajo y el ocio en el siglo XXI. Ed. Paidós Ibérica. 2010.

-Luis Glez. Tamarit. Diversidad y ciudad. En Revista ACE. Universidad Politécnica de Cataluña. Junio 2009

III Taller Transfronterizo del Proyecto MENARA. «La gestión urbana: instrumentos para la integración social”. Almería. 2012

-Norma Mendiola. El concepto de la diversidad urbana. Ed. CentroGeo. México. 2017. El enfoque en México de la diversidad se refiere a dos problemáticas: las mezcla de usos y la movilidad.

-Luis Gonzalez Tamarit. https://www.youtube.com/watch?v=ZFayXaIBwgE

Ciudades inclusivas. Ciudades inclusivas y accesibles. Congreso CGLU. Cumbre Mundial de líderes locales y regionales. Durban. 2019

-Salvador Moreno Peralta. La ciudad silenciada. Diario Sur. Málaga. 2020

https://ciudadydiversidad.wordpress.com

– Omar Quiroga. Repensando las ciudades después del Covid-19. http://www.ean.edu.ar/nota/662-repensando-las-ciudades-despues-del-covid-19

– Ruben C. Lois. La ciudad y el urbanismo en tiempos de pandemia. En Rev. Critica Urbana. Noviembre 2020. A Coruña.

– Álvaro Cuéllar Jaramillo. Lecciones de la pandemia para transformar las ciudades. UIC. https://theconversation.com/lecciones-de-la-pandemia-para-transformar-las-ciudades-149564

Cómo debe ser la ciudad poscovid-19. La Vanguardia. 14/10/2020 https://estardondeestes.com/movi/es/articulos/como-debe-ser-la-ciudad-post-covid-19


[1]  https://www.youtube.com/watch?v=ZFayXaIBwgE

https://ciudadydiversidad.wordpress.com/

Luis Glez. Tamarit. Diversidad, sociedad y ciudad / Materiales para una teoría social de la diversidad. Ed. Tres Culturas. Sevilla. 2018.

[2] La diversidad tuvo sus orígenes epistemológicos, de carácter socio cultural y social, muy vinculados al hecho migratorio. En España hay más de un 11% de población de origen extranjero (alrededor de 5,5 millones) diversidad impulsada por procesos de Globalización. El concepto de diversidad ha superado este origen, diría que, en algunas visiones, ampliamente, pero no lo ha olvidado. Incluso diría que aún está presente en muchas de sus teorizaciones.

[3] Boaventura Santos. Bruno Sein. La diversidad de las luchas por la dignidad. Akal. 2019

[4] Luis Glez. Tamarit. Las fronteras del cambio. Revista La ciudad viva. 2009

[5] A estos procesos de cambio, habría que añadir otros, tal vez menos “visibles”, pero igualmente decisivos. Por ejemplo, los relativos a los cambios jurídicos de propiedad o de usufructo de inmuebles y terrenos, que implican modificaciones en la estructura de la propiedad. Y un cambio actual o previsible en la ciudad.

[6] Víctor Fernández Salinas, José Torres, Ventura Galera et alt. Diagnóstico sobre el asentamiento de población inmigrante extranjera en el Distrito Macarena de Sevilla. Proyecto Sobre Capital y Territorio II, programa UNIA arteypensamiento. Sevilla. 2008

[7] Fernando Roch Peña. Lavapiés. Imagen, diagnóstico y propuesta. Ed. UPM. Madrid. 2013

[8] Juan Carlos Checa, Ángeles Arjona. Inmigrados al límite: los barrios del Puche y las Doscientas Viviendas (Almería). Consejería de Gobernación. Junta de Andalucía. Sevilla. 2008

[9]   L. Wirth. El urbanismo como modo de vida.

[10] Jane Jacobs. Muerte y vida de las grandes ciudades. Ed. Capitán Swing Libros. 2011. 1ª ed. en inglés 1961

[11] Daniel Bernabé. La trampa de la diversidad: Cómo el neoliberalismo fragmentó la identidad de la clase trabajadora. Ed. Akal. 2018

[12] Boris Vormann. Urban Diversity: Disentangling the Cultural from the Economic Case. Ed. John-F.-Kennedy Institute for North American Studies, Berlin. 2015

[13] Toronto. http://citiesofmigration.ca/wp-content/uploads/2018/07/Building-Inclusive-Cities-Toronto-Case-Study_Final-Digital-Version-V2.pdf

[14] Governing Urban Diversity: Creating Social Cohesion, Social Mobility and Economic Performance in Today’s Hyperdiversified Cities. – DIVERCITIES. Universidad de Utrecht. Países Bajos. 2017

[15] Towards Hyper-Diversified European Cities: A Critical Literature Review.

[16] R. Florida. La clase creativa: La transformación de la cultura, el trabajo y el ocio en el siglo XXI. Ed. Paidós Ibérica. 2010

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